Costumbres Populares

Sabiote ha sabido conservar sus sanas costumbres. Así en las confirmaciones reales de sus privilegios leemos “…otorgamos les sus Fueros et sus Prebilegios e sus usos e buenas costumbres et todas sus libertades segund que gelas otorgaron los otros mayores nuestros antecesores…”. Bien es verdad que son costumbres sencillas, pero por lo que tienen de originales, merecen ser conocidas.

Antes al venir al mundo un niño, los abuelos costeaban los gastos del bautizo, las mantillas y ropas apropiadas. Si era varón le será impuesto el nombre del abuelo paterno y lo mismo ocurre si es hembra, a la que además se le compraban los pendientes.

Los niños crecían al lado de los abuelos, quienes al calor de la lumbre o a la sombra de la higuera del corral le enseñaban cuentos y la doctrina cristiana.

Los juegos infantiles que se han mantenido en el tiempo son “la chicha”, “el mocho” o “la trompa”, las bolas, el escondite, etc.

Los lugares de más solera para jugar son el Parque de Velázquez, la Plaza Alonso de Vandelvira, el Parque Manuel Jurado, el final de la Calle Capitán Cortés, el patio del Colegio de Educación Infantil San Ginés y las eras.

En lo que respecta a las costumbres de nuestros ancianos, es curioso verlos en sus quehaceres habituales. En lo que respecta a los varones, les gusta reunirse en lo que llamamos “El Parlamento”, unos bancos de piedra, situados en el lugar donde estuvo la “Puerta de Santa María”, en “La Cruz de Escaleras”, en el Parque Manuel Jurado y en el Mirador de la Casa Grande, para hablar de sus años mozos, de temas municipales, llevar la cuenta de las “cabañuelas”, etc.

A nuestras mayores les gusta hacer lana, gancho, coser, realizan manualidades, bordados en tul, encajes de bolillos, etc.

Otra costumbre muy arraigada en nuestro municipio es el “velatorio”, el “entierro” y el “luto”.

En cuanto a viejas prácticas cabe destacar la “inocentá”, cada 28 de diciembre, los famosos “botifueras”, los tuestes o las partidas de tute de nuestros mayores.

Finalmente, una de nuestras más típicas costumbres es la celebración de las matanzas.